Mindfulness y dolor pelvico crónico
Lucia es un paciente que sufre de dolor pelvico crónico. A través del curso de 8 semanas de Mindfulness para la salud consiguió modificar ciertos pensamientos, emociones y comportamientos que le ayudaron notablemente a aliviar su dolor y mejorar su calidad de vida. Ella misma te cuenta como fué este proceso.
Hola, soy Lucía, una paciente con dolor pélvico crónico de tipo neurológico a raíz de un legrado ocurrido en el 2014. Realicé con Bárbara el curso de Mindfulness para la salud durante los meses de Septiembre y Octubre de 2015.
Las principales ventajas que fui encontrando durante el transcurso de del curso de Mindfulness, y las posteriores meditaciones que iba practicando, te las cuento a continuación:
- En primer lugar, las clases me ayudaron a bajar toda la tensión y la rabia que el dolor le estaba creando a mi cuerpo y mi mente. Al principio pensaba que me encontraba bastante relajada y que el dolor, al ser tan físico no estaba muy conectado con la mente. Por ejemplo, a partir de ir al curso, me di cuenta que tenía bruxismo debido al dolor pélvico.
- Posteriormente, uno de los cambios más importantes para mí, fue el asumir y “querer” ese dolor como parte de mí misma. No era consciente del rechazo tan brutal que tenía hacia esa zona de mi cuerpo y hacia las sensaciones físicas que me generaba. En la primera fase del curso fui capaz de disminuir la tensión hacia esas sensaciones, no catalogarlas ni juzgarlas, y así tener una visión realista de cada uno de los síntomas.
- El siguiente pequeño peldaño que subí, fue eliminar la frustración que me genera no poder hacer los planes que hacía antes, y aprender a muchas veces a no planificar, a descansar y a llevar a cabo otro tipo de vida.
- También me ayudó a reducir la ansiedad que me generaba elegir un tratamiento, un médico, un fisioterapeuta, etc. A veces, cuando tomo la responsabilidad de ir por un camino, me cuestiono demasiado la elección, me afecta mucho los consejos externos y en mi caso, era muy dura conmigo misma.
- A raíz del curso, eliminé los relajantes musculares de mi día a día, y únicamente he recurrido a ellos de forma muy esporádica.
- He conseguido no preguntarme cómo me levantaré al día siguiente o cómo será mi semana respecto al dolor.
- Intento disfrutar del día tal y como viene, si tengo menos dolor o me apetece hacer un esfuerzo aunque no me encuentre del todo bien, lo hago sin más. Y durante estas actividades que me motivan, aunque el dolor está presente físicamente, no lo está en mi mente, porque priman otras sensaciones y emociones.
- Por último, y no menos importante, conocer a otras personas con lo que a priori, no compartes mucho, y ver que no sólo os une el dolor y todo lo que conlleva, sino muchas otras cosas. Sentir compasión por ellas, y más importante todavía, por mí misma.
Resumen de ventajas que he experiemntado al poner en práctica todo lo aprendido en el curso:
- Reducción de medicación, limitando el uso de valium a momentos esporádicos.
- Ausencia de síntomas asociados a la enfermedad – bruxismo.
- Disminución de ansiedad y estrés.
- Mejora de calidad del sueño, provocando una menor sensación de cansancio.
- Aumento de la relajación mediante hábitos diarios de consciencia de la respiración y ejercicios.
- Percepción de una forma más objetiva de las sensaciones causadas por la enfermedad y por tanto poseer mayor facilidad para explicarlas a médicos y terapeutas.
- Aumento de actividad y recuperación de tareas diarias que no se realizaban anteriormente.
- Mejora del ánimo gracias a poder compartir emociones y situaciones comunes con el resto de participantes.
Lucia SG. 35 años. Ingeniero. DNI: 51XX7665R.
Curso “Mindfullness para la salud”. Sept – Oct 2015